Nosotros

El Instituto María Auxiliadora de Bernal pertenece a la Asociación Civil Instituto María Auxiliadora y forma parte de la congregación femenina de las Hijas de María Auxiliadora, fundada en 1872 en Mornese (norte de Italia), por San Juan Bosco (fundador de la congregación salesiana) y Santa María Dominga Mazzarello, primera superiora.

La educación es el corazón de la misión de la congregación, que lo desarrolla en obras formales: escuelas, profesorados, centros de formación profesional y en obras no formales en distintos grupos juveniles. (AMLIAR)

Resumen de nuestro IDEARIO

¿Qué es una escuela salesiana?

La Iglesia se hace presente en el mundo de la cultura por medio de las instituciones y centros educativos y de promoción social y cultural.

La educación es fundamentalmente un proceso de construcción y transformación de la cultura, entendida como un modo particular de vivir y habitar en el mundo, de relacionarse con uno mismo, con la naturaleza, con los demás hombres y con Dios.

La Escuela Católica es el lugar de la transmisión y resignificación orgánica, crítica, valorativa, histórica y dinámica de la cultura. Persigue este fin desde una visión cristiana de la realidad, mediante la cual la cultura humana adquiere un puesto privilegiado en la vocación integral del hombre: realización de la persona en la dinámica individual, social y trascendente.

Lo que caracteriza y da sentido a la Escuela Católica es su referencia a Jesucristo y su mensaje. Los valores del Evangelio se convierten en motivaciones interiores, normas educativas y al mismo tiempo en metas finales.

El carisma salesiano, legado por Don Bosco y la Madre Mazzarello a los primeros salesianos, hoy nos exige ser protagonistas en el ámbito de la enseñanza católica y salesiana guiando a los jóvenes y acompañando a sus familias en el recorrido de su educación.

Características de la escuela Salesiana

La misión educativo pastoral de la escuela Salesiana requiere la construcción de una comunidad educativa caracterizada por el ambiente de familia, la participación y corresponsabilidad de sus miembros, la apertura, el diálogo y el compromiso con el medio sociocultural circundante y la inserción en la Iglesia local.

La acción educativa encuentra en los valores del evangelio el fundamento para la maduración de la libertad y de la responsabilidad, la solidaridad y el servicio; el eje de búsqueda de identidad y sentido; una guía iluminadora para la formación de la conciencia moral; un modelo para la autenticidad del amor y una motivación trascendente para la dimensión social y política de la caridad.

La acción pastoral de la escuela salesiana orienta toda la vida escolar: los modelos de organización y gestión institucional, el desarrollo curricular, el proceso de enseñanza y aprendizaje y los criterios de evaluación.

La escuela salesiana inserta en la realidad, atenta a la diversidad cultural, se adecua y promueve las diferencias, propicia el respeto, la valoración y la integración.

El estilo de la escuela Salesiana

De la experiencia vivida por Don Bosco y la madre Mazzarello asumimos:

El joven es el centro del proceso educativo, lo que implica recibirlo como es, descubrir sus potencialidades y ayudarlo a crecer mediante múltiples intervenciones educativas, durante la jornada escolar y las actividades extraescolares;

El clima de familia en el que se favorecen y cultivan las relaciones interpersonales, la reciprocidad, la solidaridad y la amistad, y se forma un ambiente de alegría y confianza que genera compromiso;

El ambiente educativo como vehículo y propuesta de valores, que se caracteriza por el espíritu de familia, el clima de alegría y el sentido de fiesta, la invitación a la participación creativa, la educación en y para la liberad responsable y la dedicación esperanzada al trabajo de cada día;

La asistencia salesiana, presencia activa y amistosa de los educadores en medio de los educandos participando en los intereses juveniles;

La relación educativa personal que acoge al joven en el punto de maduración en el que se encuentra, y reconoce su carácter único y lo acompaña en su crecimiento;

El criterio de preventividad, por el cual se proponen experiencias positivas, que favorecen el desarrollo de actitudes que les permiten superar los riesgos y las situaciones difíciles, ayudándolos a captar el sentido de la vida y a vivirlo en plenitud.

 

Presentación de la Casa del Instituto María Auxiliadora de Bernal

 

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